Entradas populares

domingo, 20 de febrero de 2011

No todo es sufrimiento, por supuesto.

      Hoy me he levantado relativamente bien, no había tantas molestias en el estómago después de la quimio del jueves. Eso es fantástico, aunque a decir verdad anoche no pude cenar.
      Pero no todo son molestias ni malos tragos, ¡qué vá! Por supuesto, hay momentos para el disfrute y yo ayer disfruté de lo lindo, a pesar de mis pequeñas molestias, pero la vida siempre te reserva ese momento de felicidad que haces que te olvides de todo lo malo.
      Mi mujer y yo nos metimos en la cocina y preparamos comida para unas cuantas personas que vinieron a casa a visitarnos. Ella se encargó de hacer un puchero andaluz, con un toque gallego, por supuesto, y yo me puse manos a la obra y preparé medio jamón asado y unas patatas panaderas (a mi manera, claro).
      Realmente, lo importante no era la comida, sobre todo en mi caso que no pruebo bocado, sino disfrutar un día más de la gratificante sensación de sentirte rodeado de la gente a la que aprecias, en este caso, mi hermano Alfonso y su mujer, mi amigo Román y esposa, y, sobre todas las cosas, mis hijos. Eché de menos a gente que no pudo acudir, pero tendremos más días.
      Como podéis imaginar acabamos cansados, tanto mi mujer como yo, pero cada uno a su manera creo que nos divertimos organizando, cocinando y viendo disfrutar al personal.
      No sólo hubo cena, también juegos de mesa (lotería o bingo, como prefiera llamarlo cada uno) y, por supuesto, fútbol que nos vimos hasta tres partidos casi.
      Por supuesto, hubo risas, alegría y, por un momento, me olvidé, a ratos, de todo lo pasado y de mis achaques y carencias. Por eso, hoy al despertarme, a pesar de algunas molestias estomacales, me he sentido feliz, cansado pero feliz. Y es que ahora disfruto mucho más de cada instante y en especial de la compañía y la complicidad de mi pareja.
       Una vecina que estuvo en casa, viéndome liado en la cocina, no paraba de repetir una palabra para referirse a mí: "el pobre". Viniendo de ella no puedo considerar una malaintención manifiesta ni un intento de caridad, compasión o conmiseración, sino incluso una expresión de admiración por ser capaz de hacer aquello. Yo, cada vez que lo decía, pensaba "¿y pobre, porqué, si soy capaz de hacer lo que estoy haciendo y además disfruto?". Yo no me veo como un ser extraordinario, hay muchos y muchas más como yo que se sobreponen a lo que tienen y siguen luchando, incluso en peores condiciones que las mías.

      Sirva esto para decir que cuando la vida te presente razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones para reir. No nos olvidemos de disfrutar cada instante de nuestra existencia empapándonos de cada instante que vivimos y de las personas que nos rodean. 

      Un saludo y hasta la próxima. 
     

2 comentarios:

  1. Bueno padrino que sepas que hasta desde la antartida hay gente que te quiere y que sigue el blog cuando puede. Muchos besos desde el culo del mundo y cuando vuelva a casa que da pendiente una comida para estrenar mi piso nuevo. Animo!!

    PD. Siguiendo con el tema de mi padre en una ocasion por nuestra "culpa" mi padre se pego un madrid-san fernando, san fernando-talavera de seguido jojojo.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por el blog con el que mantienes el ánimo en la vida de personas que nos encontramos en situaciones similares y tenemos momentos donde falta el ánimo.
    Felicidades por ser una ser tan especial y con una vida tan rica.
    Sigo hace meses lo que publicas.
    Gracias de nuevo.
    Saludos

    ResponderEliminar