Entradas populares

jueves, 17 de febrero de 2011

La cuestión psicológica. Parte II.

      Comenzaba mi anterior entrada diciendo que "una de las primeras y últimas cosas que te recomiendan cuando padeces esta enfermedad es que no bajes la guardia, que tengas mucho ánimo".
      Pero para mantener ese ánimo necesitas, a parte de tu propia forma de ser, de tu entereza, etc, de una alta dosis de ayuda externa y sobre esto quiero escribir.

      Quiero empezar ofreciendo mi reconocimiento a la parte sanitaria de todo este proceso. En primer lugar a mi médico, mi otorrinolaringólogo (que no es vasco es de Madrid) DON (lo escribo en mayúsculas porque se lo merece) Angel Moreno, del Hospital "Moncloa" de Madrid. Pensad que un médico, cuidado, que deja sus vacaciones en Roma para venir a verme a Madrid en pleno mes de agosto merece todos los elogios del mundo, pero cuando te observas, consultas y te cuentan otros médicos el gran trabajo que han hecho contigo, sólo puedes dar gracias a Dios por habértelo puesto en tu camino. Y, por supuesto, cuenta mucho el trato y Angel te da un trato especial, nada aséptico, muy claro, pero humano. Por supuesto, no me olvido de su equipo médico, en especial de Ainhoa Beato, que con una apariencia de niña bien, cuando te atiende te das cuenta de su profesionalidad y su gran humanidad. Un capítulo aparte merece el personal del Hospital "Moncloa", en especial las enfermeras/os y auxiliares de la planta 0, donde estuve hospitalizado. No sólo me dieron cobertura profesional, sino también un gran apoyo humano en todos los períodos en los que estuve allí. Eran como de la familia. Tampoco quiero olvidarme del personal del Hospital "Infanta Luisa" de Sevilla donde me dieron radioterapia, ni del personal del hospital de día de la Clínica Jerez de Asisa, que me atendieron y atienden en el laceroso proceso de la quimioterapia.

      Toca hacer un reconocimiento a los amigos, que cuán importantes son a la hora de sentirte querido y apoyado. Una simple visita, una simple llamada., un sms, un e-mail..., te hace sentirte vivo, pues una de las cosas que aprendes cuando padeces esta enfermedad es que mucha gente da un paso atrás para contigo, les da como miedo hablarte, verte.... Esto no lo digo como crítica, sólo es una característica de las personas y es muy humano sentir así, sé que en lo profundo cuento con su apoyo y su cariño. Debo decir que lo mejor que me ha pasado con mis amigos es que ninguno ha sido condescendiente conmigo, misericordiosos o, si la han sentido, no han dado muestras de sentir lástima por mí, y eso es importantísimo. Los he tenido con un apoyo constante e incluso con presencia física asidua durante mis ingresos en Madrid:  Román, quien fue mi apoyo el día que me dieron la noticia, acudió raudo en mi auxilio  y estuvo a mi lado hasta que me hicieron la última prueba y justos nos vinimos hasta El Puerto de Santa María, y que me sigue haciendo visitas con su mujer Rosa fin de semana si, fin de semana también casi; Margarita, acompañada de su marido Alberto (el antisocial más social que he conocido) trayendo la cena noche tras noche a mi pareja, y me han ofrecido un apoyo constante; Manoli, con su dosis de optimismo y su sonrisa;  Asun (una amistad nacido casi por generación espontánea, pero que ha resultado sólida y gratificante),  y Oscar que cuando estaba en Madrid acudía en su día libre a verme. Mis vecinos Mari Carmen, Miguel, Maria del Mar, Jose Vaqueiro, Raul.... que han estado y siguen estando ahí con su continuo estar pero no estar, pasando desapercibidos pero sintiéndolos a mi lado. Otros me han ofrecido su aliento desde cierta lejanía por cuestiones geográficas, pero los he sentido cerca, muy cerca, me han llamado constantemente al hospital, a mi casa, me han mandado correos continuos. No sabes cuantos amigos tienes hasta que te pasa algo de esto y entonces te das cuenta de la bondad de las personas, al menos en mi caso, en otros casos te das cuenta de lo contrario, por ello soy una persona afortunada.

      Por supuesto, no penséis que me olvido de nombrar a mi familia, tanto a la menos próxima, digamos, como son mis tios, tias, primos, primas...., con los que no mantengo una relación fluida porque cada uno llevamos nuestras vidas y somos muchos y nos vemos menos, aunque nos  queremos. Por ejemplo, mi prima Inma, mi tío Luis y mi tía Conchita, la primera porque trabaja y vive en Madrid, y los segundos, padres de la primera (que lío), porque estuvieron de visita en la misma ciudad, vinieron a verme y a estar conmigo en el hospital.  Sin olvidar que el resto saben de mi a través de otros familiares o manteniéndose informados con mi madre o mis hermanos. Y por supuesto, que decir de mi familia más cercana, mi madre, mis hermanos. con sus mujeres, mis seis hijos, mis sobrinos.... Son una fuente continua de ánimo, de empuje, de fuerza. Han estado ahí desde el primer momento. Mi hermano Alfonso (May, para los amigos) ha estado presente en casi todas mis operaciones, a pesar de ser en Madrid, al igual que mi hijo mayor Borja, mi hermano Ernesto y mi madre han viajado para ir a verme., mis niñas, la gemelas, me miman, me cuidan, me dan de comer, me curan si tienen que hacerlo... y tantas y tantas cosas, que no pueden pagarse con todo el oro del mundo. Lo "peor" es que continúan ahí, no se cansan, me siguen dando..... cariño, amor, comprensión, apoyo, empuje. Y no puedo ni debo olvidar a mi  "otra" familia, mi familia gallega, los hermanos/as de mi mujer, sus parejas e hijos/as, que se han preocupado desde el principio, me han apoyado y me han llamado constantemente para saber de mí y darme aliento.
      Y para lo último he dejado a mi "alma mater", el motor de mi vida, en el más amplio de los sentidos, la persona más maravillosa del mundo, que me mima, me cuida, me anima, me empuja, pero que también sabe ser dura conmigo cuando doy muestras de flaqueza. La que está a mi lado 24 horas al día, la que mejor me conoce por fuera y por dentro (no obstante es la que se asoma y limpia a todos los agujeros que me han ido abriendo), mi traductora,  mi gallega (gallega de pura cepa, de las de campo, aunque hablando no lo parezca, de las incasables, las trabajadoras, las que no se arredran ante nada y si sienten miedo o vértigo, toman aire y siguen para adelante), mi pareja, mi ABSOLUTAMENTE TODO. Ella, mi mujer. Seguro cuando alguno leáis esto diréis "es normal, para eso es tu pareja". No creáis que todo el mundo está dispuesto a sacrificarse de ese modo y con tanta naturalidad, a dedicarse a alguien con tanta abnegación, sacrificio, generosidad...

      Todas estas actitudes, todo este apoyo, hacen que me considere el ser humano más rico del universo, no creo que haya mucha más gente que tenga la suerte de tener el patrimonio humano que tengo yo. Por eso, por ellos, por vosotros, es por lo que quiero seguir viviendo, es por lo que voy a seguir viviendo hasta donde pueda, con ganas y con humor, pues de la vida hay que reirse antes que te joda.

      Un saludo.

6 comentarios:

  1. Bueno, simplemente enviarte un abrazo y un beso, ah y mucho animo. Un saludote.

    ResponderEliminar
  2. Pues ya puestos a escribir porque no cuentas todas las anecdotas de los viajes y estancias en Madrid. Por ejemplo la bajada a San Fernando en la primera operación, en la penúltima subida a Madrid que te acordastes de las resonancias a la altura de Cáceres, el día que fuimos tu hijo y yo a comprarte el internet móvil para ver el BarÇa-Madrid y vimos lo que se comió Morita (eso sí por lo menos me nevó, ¡que sensación!). En fin todas las peripecias por las has pasado, así pones un tono de humor en este pedazo de blog.

    ResponderEliminar
  3. Yo creo que estás siendo muy, pero que muy valiente y que gracias a ello estás tirando "pa lante" tan bien. Sigue así y por supuesto que para todo lo que necesites nos tienes aquí en cualquier momento. Un beso para todos.

    ResponderEliminar
  4. En mi vida he visto una persona tan fuerte y entera como tu.Como bien dices tus tios y primos sabemos de ti por tu madre y hermanos,pero nos queremos aunque sea en la distancia.Ahora hablo por mi, estoy super orgullosa de tener un primo tan fuerte y valiente como tu, sigue para adelante con esa fortaleza TE QUIERO, UN BESO

    ResponderEliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  6. antonio donde este siempre te recordare ,como esa persona tan valiente que has sido,tam generosa con todas tus familia ,y amigos ,nunca he vivido lo que te ha pasado y solo quiero que sepa que ha sido un GRAN VECINO Y AMIGO QUE ME HA LLEVADO POR UN BUE CAMINO .UN BESO DE TU VECINA

    ResponderEliminar